sábado, 6 de octubre de 2018

Estás Loco


Cada vez que lo intentaba, cada inscripción e incluso en la línea de salida. ¡Estás loco! Son dos palabras que por costumbre repito. ¿Por qué lo hago? O más bien la pregunta más importante que me formulo es la que todos los que practicamos deporte y decidimos probarnos nos la hacemos: ¿Qué Necesidad? Y si, una letra mayúscula para remarcarla, que, sin ser un nombre propio o un país, en ese momento representa para mí más que un continente e incluso mas que toda la vía láctea. Estas palabras retumban en mis nervios y me hacen temblar mientas tirito de frio antes del amanecer, sabiendo que me espera un día muy largo. Respiro, tanto mi miedo como el miedo de ese otro u otra valiente parado a mí lado, sufriendo lo mismo. Nos miramos y asentimos y solo logro ver el vaho de su aliento que exhala como una llama de un dragón en pleno vuelo.

Pero, y de antemano les pido una disculpa, inicié por el final. Llegar a la línea de salida de cualquier evento o competencia deportiva es eso el final y la consecuencia de meses de acciones. Su inicio es mucho antes.

Todo inicia con una inquietud. Y me refiero a no estar quieto, para algunos podría ser motivado por bajar de peso, otros un cambio de hábito y para algunos el simple hecho de intentar algo que nunca habían hecho. Hacer algo por primera vez. ¿cuándo fue la ultima vez que lo hiciste? Ahora si creo que puedo ir en orden y tratar de plasmar lo que es en realidad tomar una nueva decisión, llevarla al final y cambiar tu vida para siempre. Todo y cualquier motivo para vivir esto es valido y para los que lo hemos hecho, cruzar la primera meta es una foto tatuada en nuestra alma. Es un jubilo que arrasa con todo momento de sufrimiento y malestar vivido en el proceso y es tan bondadoso que no distingue en distancias o en deportes. Si, aplica a todo.
No obstante, siendo un deporte y para casi todos, sino que para todos lo que leerán esto, nos educa y nos moldea en nuestras actividades profesionales. Por poner un ejemplo y en mi caso particular mi primer Iron Man me enseño a marcarme metas cortas, no pensar en el final desde el principio. Segmentar mi mejor resultado en una serie de aun mejores resultados que te harán sentir una poderosa satisfacción indeleble al tiempo e incluso a cualquier derrota.  

Así podemos garantizar que el sacrificio valió la pena y no me refiero al día de la competencia, que como lo mencioné antes es solo la consecuencia de varias acciones. Este es el resultado de muchos sacrificios.

Creo que ahora si voy llegando al tema medular: al Sacrificio (Notar que otra vez uso mayúscula) Lo más relevante de esto es que lo decidimos por voluntad propia, nadie nos obliga a imponernos esta serie de metas que implican esforzarse e incomodarse. Queremos llegar a algo. ¿A qué? Muchas veces ni siquiera tenemos noción, mas sin embargo el deseo de podernos colgar la medalla al cruzar la meta es muy adictivo. Decidir correr un maratón, hacer un triatlón o nadar en aguas abiertas requiere de sacrificar cosas, si hay que entrenar mucho, llevar una rutina y probablemente dejar por un tiempo las desveladas o pararse temprano todos los días.

Nuestros antepasados sacrificaban algún animal para pedir alguna recompensa o expiar pecados hechos. Este sacrificio no es diferente tiene su recompensa y es muy grande. Cada uno que lo haya hecho de seguro sabe que ganó y te garantizo que todo aquello que en el proceso sacrificó no aparece en su lista de perdidas.

Te invito a que seas de este selecto grupo de sacrificadores, que tiene muy claro que fue lo que ganó, que, no obstante, el sufrimiento, deshidratación, calor y muchos más malestares, no nada más no lo dejará, sino que está ansioso por vivirlo otra vez.

Esta no es una guía practica de como lograrlo, para ellos hay entrenadores capacitados, esto es solo un mínimo intento de expresar que vas a sentir si lo haces. Hazlo.

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